martes, 8 de agosto de 2006





Dos texturas y un sonido…

La blanca arena y el agua azul acariciando mis pies y arrullando en mi cerebro con suaves roces de deseo en estos días grises de violencia, incendios provocados y una guerra al otro lado de nuestro Mediterráneo.
Y un sonido de mil gotas explotando en lágrimas saladas por el dolor y el lloro no escuchado de una guerra al otro lado del mar susurrando píldoras de nuevos odios cada día, aliñados hoy con la alegría de unos ojos y tus risas provocando mis suspiros en este atardecer.

1 comentario:

  1. Esta tarde he acudido a una concentración contra la guerra en Líbano y Palestina. Un joven palestinó leyó, emocionado, un manifiesto lleno de concordia y de deseos de paz.
    No éramos más de cien personas las congregadas mientras la gran mayoría disfrutaba de la tarde en las terrazas.Sí, sé que de nada valen nuestras protestas pero... Está visto que sólo nos afecta lo más próximo. Tus gaviotas también habrían llorado.
    Saludos.

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