viernes, 20 de enero de 2006




LAS CEREZAS HABLAN

Cual recuerdo suspendido

aquella cereza roja, jugosa,
cayó hoy en mi mano y me habló
de infancias divertidas, de juegos
entre risas, árboles y nubes.

Hoy, cereza, duermes encerrada
en tu caja de corales, aún jugosa,

protegida y alerta en mi mente,
acogiendo arietes de algodón,
mientras mi corazón teje y desteje
con lanas de mil dudas y debates,
te diluyes en lagos rojos de noche

luminosa y haces nacer el alba
sobre el triste tánatos de algunos días.

Así pasas, cereza, por mis lunas,
deslizándote por mi cuerpo,
bañándome de paz,

quedando suspendida,
cereza, en mis brumas de alma.


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