domingo, 16 de octubre de 2005
CALEIDOSCOPIO
Saboreo la sed infructuosa
de verte a mi lado en el espejo.
Te miro, te mimo y no existes,
rechazas amanecer junto a mis sueños.
Aún no van a secarse mis ojos
esperando tu bautismo en el continuo devenir.
Demoledor, a veces, mi empeño
no alcanza su encuentro.
Mi impulso avanza cuando el desconocido
día aparece a la vuelta de la esquina.
Abandono los bostezos de la vida.
No quiero rescatar el mundo neutro.
Las perseidas de este agosto alumbraron mi camino,
casi imperceptibles llegaron a posarse
en la mirada cotidiana de mi mano.
"De la vida no hay que temer nada. Lo que hace falta es comprenderla" Madame Curie, química polaca (1867- 1934)
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