sábado, 27 de agosto de 2005




LA MARGINAL EN MOTO

Un día de éstos, en Lisboa, subí por primera vez a una moto y me gustó.

Disfruté la brisa entre mis piernas, el dejarme llevar por movimientos no controlados, acoplarme a ellos, a su ritmo, rozar las imágenes que pasan accesibles, la luz reflejada en las imágenes, tan cerca, rotunda, sin intermediarios.

Paseé la Marginal totalmente integrada con la máquina, con el mar paseando a mi lado, brillante, plateado, cada vez más plata, cada vez más escenario, yo cada vez más sonriente, las playas de Caparica, resaltadas levemente por un suave amarelo que momentos antes fue intenso y se despide, a Ponte 25 Abril que venía hacia nosotros dominando, acercándose para presidir el lusco fusco cuando el cielo se apagó enrojecido.

Mi sensación de libertad in crescendo.... aunque en la moto, yo tan sólo era acompañante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario