domingo, 25 de marzo de 2007







TINTORETTO, HOY EN MADRID.
24 de marzo de 2007. Museo del Prado.

Asciendo lentamente una cola en escalera, hace frío a la sombra de Madrid, aunque son las dos y media de la tarde. En lo alto un fino arco de luna compite con el astro rey, el sol. El repiqueteo constante de los coches y sirenas me impiden concentrarme, me preparo para el goce interior.

¿Qué sé yo de Tintoretto? Leo que se llamaba Jacopo Comin, alias Robusti, alias Tintoretto, y que vivió entre 1518 y 1594. Sé que pintó muchos y grandes cuadros para las Iglesias de Venecia, para la escuela de San Rocco, para el Palacio Ducal. Este maestro veneciano, es para mí un maestro de las perspectivas, del color, un maestro de los paisajes humanos e interiores, de los escorzos, de las atrevidos desnudos femeninos. Entretenida en estos pensamientos se me acortaron los veinte minutos de espera, prólogo de dos horas de goce del detalle de sus cuadros pacientemente accesibles a la lenta mirada. Nos saluda y nos despide el Tintoretto de dos autorretratos, juventud y madurez y, en ellos, en su mirada, queda recogido todo un tratado de vida humana.

Encuentro potente y dominando la sala el cuadro de El lavatorio de pies, pero esta vez enfrentado a la Última cena, tal como Tintoretto los concibió juntos para la Iglesia del Santísimo Sacramente de San Marcuola, que aloja este último cuadro.

Toda la exposición supone un deleite de belleza, fuerza y color, un regalo para nuestra mente. las explicaciones en texto, así como el audiovisual, colocan al visitante en el contexto adecuado a cada cuadro. Yo disfruté especialmente con tres cuadros:

La Última cena que pintó para la iglesia de San Trovaso, (1563), porque es un cuadro en el que la humildad y la pobreza de la escena cautivan la mirada del que observa. La mesa desplazada en diagonal al plano principal, el dinamismo de las posturas de los apóstoles, los claroscuros, los detalles de las sillas de enea, todo el conjunto hace que te creas lo que allí sucede, que te encuentres metido en la habitación, que pases de mero espectador a observador activo.

Susana y los viejos, (1555-1556), es cuadro que conocía, que se encuentra en el Museo Histórico de Viena, peroque se ha restaurado recientemente y ha conseguido revivir un cuerpo de mujer que destaca como poderosamente bien tratado, adimirándolo casi creo sentir su piel viva, en el ambiente de un jardín, mientras los viejos asoman en una esquina inferior del cuadro.

Su último Autorretrato, (1588), en el que el rostro austero, lleno de sabiduría deja ver arrugas en la frente y una mente viva, en ebullición constante.

Ánimo, a por ella, deseo que disfrutéis esta exposición. Merece muy buena nota.


Por cierto, ya sabéis que las fotos que cuelgo en el blog son siempre mías, pero éstas no estan tomadas de la realidad sino del catálogo. Era imposible hacer fotos, aún sin flasch, en la exposición. Perdón por la calidad.

7 comentarios:

  1. El arte de los siglos XV y XVI tiene tantas expresiones y tantos cultores...muchos nos quedamos con lo más difundido, pero los que no son nombrados en los libros de arte también merecen su espacio, como el que le das a Tintoretto.

    Saludos cordiales.

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  2. impacta la fuerza de sus personajes... suenan a auténticos.

    poeta puedes acercarte a verla?

    tintoretto para mi siempre ha sido un maestro, desde cría me captó la atención, tal vez sea su cuadro de El lavatorio que tenemos en el Prado.

    gracias por compartir y pasear mi espacio. Sonrisas, besos y abrazos.

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  3. Estamos formando un grupo para acudir a ver la exposición. Por lo que cuentas merece la pena, a pesar de las colas que hay que soportar.
    Saludos.

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  4. Mi abuelo decía que el Museo del Prado es más importante para España que la República y la Monarquía juntas. (Jaja). En fin, en breves volveré a deambular por sus pasillos.
    Un abrazo.

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  5. El artículo genial y las fotos estupendas. En fin, hay gente que todo lo hace bien y si son amigos tuyos..., nada más que decir.

    Envidia, envidia es lo que me sale por los poros, jajajaja.

    Besazos

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  6. Es justamente fuerza lo que nos deja tu escrito sobre la muestra de Tintoretto. Las imagenes que elegiste son impresionantes.
    Aprovecharé mañana que tengo el día libre para deleitarme en el Prado.

    Gracias y mil besos!

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  7. alexis... no sé si huelals eternas, pero desde luego los cuerpos de Tintoretto dejaron huelas en mi... aún recuerdo sus escorzos, la naturalidad e impostura de sus gestos. Yo también te abrazo.

    ay, ana... que tu me digas que ela rtículo es genial me asombra.
    besinos y de enviadia nada...cuando quieras.

    Paula se puede sacar la entrada previamente por internet o en El Corte Inglés.Espero que me cuentes y que la disfrutes.

    artemis, te digo lo mismo que a Paula, que espero que me cuentes tus sensaciones.

    para todos sonrisas, besos y abrazos... quedaros con lo que más os guste.

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