NO ESTOY EN EL CARIBE
No estoy en el caribe,
y aún siento el ritmo cadencioso
de mi ser,
acometidas de tormentas
en mis venas,
siento tu piel suave, caliente
en la diana
de mis pechos que acaricias,
el susurro
de tu voz entre mis piernas
irrumpiendo deseos inconclusos,
tal vez siento otros espacios
y otros tiempos.
No estoy en el caribe
porque voraces gaviotas
invaden mi espacio,
inaccesibles les resulta
el jardín de mis deseos,
hambrientas me visitan
y arrojo las migajas.
Satisfechas levantan su vuelo
incapaces de saber
que no llevan ni mis ojos,
ni la sangre de mis venas,
ni mis íntimos impulsos.
No estoy en el caribe
porque todos volvemos, algún día,
a la caseta de salida
que intermitente visitamos
cuando la niebla
invade la pista desolada
y mis alas, hoy pesadas,
se sienten incapaces de volar.
No estoy en el caribe,
y aún siento el ritmo cadencioso
de mi ser,
acometidas de tormentas
en mis venas,
siento tu piel suave, caliente
en la diana
de mis pechos que acaricias,
el susurro
de tu voz entre mis piernas
irrumpiendo deseos inconclusos,
tal vez siento otros espacios
y otros tiempos.
No estoy en el caribe
porque voraces gaviotas
invaden mi espacio,
inaccesibles les resulta
el jardín de mis deseos,
hambrientas me visitan
y arrojo las migajas.
Satisfechas levantan su vuelo
incapaces de saber
que no llevan ni mis ojos,
ni la sangre de mis venas,
ni mis íntimos impulsos.
No estoy en el caribe
porque todos volvemos, algún día,
a la caseta de salida
que intermitente visitamos
cuando la niebla
invade la pista desolada
y mis alas, hoy pesadas,
se sienten incapaces de volar.
Aunque hay días que, aunque nieve,
caricias de sol caribe
vienen a mi piel,
pero hoy
no estoy en el caribe.
caricias de sol caribe
vienen a mi piel,
pero hoy
no estoy en el caribe.
La fotografía evidemente no corresponde al Caribe, sino a un restaurante japonés en plena naturaleza asturiana con un maravilloso paisaje frente a los comensales, una comida de calidad y una atención exquisita por parte de los dueños.
Una atención exquisita la tuya, Gaia, al dejarnos disfrutar de tu siempre inteligente poesía frente a este paisaje que no hace más que emocionar.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Muy bueno, muy rítmico, muy sensual.
ResponderEliminarMenos mal que no dispones de tiempo que si no...
ártemis, exquisitos son vuestros paseos por mi blog y vuestros blogs que también disfruto.
ResponderEliminarMe gusta que te guste nuestro paisaje.
ay, Ana... ¿muy bueno? ¿será que voy aprendiendo? será más bien tu canto de amiga.
gracias detective, sí mi ritmo interior a veces es muy cadencioso.
gracias por vuestros comentarios, y... sonrisas, besos y abrazos.
Bueno, bueno, bueno... ¡cuanta sensualidad esconde! Parece como surgido en un momento de embelesamiento, casi de éxtasis... ¿Será quizá la irrupción de esos deseos inconclusos? Bello poema, de nuevo cargado de misterio, esta vez a la japonesa.
ResponderEliminarSaludos
Muy bonito Gaia. Me encantan estos versos:
ResponderEliminar"Satisfechas levantan su vuelo
incapaces de saber
que no llevan ni mis ojos,
ni la sangre de mis venas,
ni mis íntimos impulsos."
Hasta mañana
Asturias y el caribe, entremezclados en tus finas letras... hermoso.
ResponderEliminarDejo un abrazo.
MentesSueltas
No estamos en el Caribe, ni falta que nos hace. Paisajes como los de aquí no se disfrutan fácilmente, gracias por descubrirnoslos a ritmo de poesía. Un abrazo.
ResponderEliminarayyy yo tampoco estoy en el Caribe, aunque la temperatura en bs as se acerque bastante!!!
ResponderEliminarBesos
patus ¡qué alegría saber de ti!... llevo varios días sin poder entrar en tu blog y te echaba de menos.
ResponderEliminarluchadora, todo bien?
besos.