
Dejaste que yo te penetrara
fundiendo en rojo tus abrazos,
dejaste que mi boca te posea
inundando de fresas el presente,
intemporal ahondas por mis ríos
líquidas sensaciones añoradas
abriendo a fuego mis sentidos
compartidos, de días y deseos,
enardecida en ti al sentirme
vuelta del revés en tus sueños.
Pero en el albo manto tus pisadas
licúan huellas que trasporta el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario